jueves, 19 de julio de 2007

Lenta Digestión

La Copa América terminó y comenzaron los análisis. Escuché de todo tipo: el fin de un ciclo; la paternidad brasileña, miedo ante los cariocas; un fracaso rotundo, etc.

No diria que fue un fracaaaaso. Se jugó mal un solo partido, justo ese que no se puede perder por 2 motivos: era la final y el rival Brasil.

Sin embargo, invicta y con sobervias goleadas a casi todos sus contrincantes, Argentina llegó muy confiada al encuentro decisivo... La desilusión no tardó en aparecer.

La defensa fue un desastre, no hacía falta ser adivino para predecir lo que iba a suceder si la ponían a prueba. Otro capítulo es el referente al arquero. El Pato no tuvo la responsabilidad en los goles pero, con su experiencia y capacidad, podría haber hecho algo más.

Del Capitán mejor ni hablar. Cometió un error que fue el principio del fin. Pero ¿quién no mete la pata en la situación más inoportuna alguna vez en la vida?

De todas formas, no se puede culpabilizar a algun jugador en particular ya que, en general, el equipo hizo agua por todas partes y Brasil se tomó el bidón completo.

Eso sí, esta vez, no fue el bidón de Branco!.

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