martes, 26 de junio de 2007

Matadores en los Mataderos

En otro día negro para el fútbol argentino, Tigre pego el arañazo y subió a primera. Pero, para la posterioridad, eso solo quedará como una anécdota; un anexo a la barbarie que se desato en Mataderos. Con el saldo de un muerto; una cancha destrozada; micros y autos destrozados, los comercios de esa ciudad saqueados y la inoperancia y complicidad policial; después de 27 años, el club de Victoria vuelve a ser de primera.

A partir del primer gol del equipo dirigido por Diego Caña, el clima se empezó a enrarecer y cuando, los barra bravas, vieron que el descenso de Nueva Chicago estaba consumado decidieron actuar. Ingresaron el campo de ¿batalla?; robaron a los jugadores; apedrearon a la hinchada visitante; rompieron los alambrados; salieron a la calle; destruyeron todo lo que estaba a su paso, atacaron a todo ente viviente, sin importar si la camiseta era de color similar a la del cilón o si era verde y negra.

Como en toda guerra, la del lunes 25 de junio, tuvo sus víctimas: el fútbol argentino y Marcelo Cejas, un fanático de Tigre que falleció en el Hospital Santojani a causa de un piedrazo en el cráneo. No obstante, en una nueva muestra de cinismo puro, las fuerzas de la ley y el orden aseguran haber hecho lo que debían (!).

Por empezar, los micros que transportaban a la parcialidad visitante, en vez de salir por el camino habitual hacia la General Paz, fueron conducidos por Coronel Cárdenas, un camino donde no quedo ninuna vivienda o negocio sin destozar. Demás está agregar que uno de los transportes fue interceptado por los barras del torito.

No hace falata aclarar que los uniformados son los encargados de "custodiar" y dirigir los micros que utilizan los barras. Sin embrago, en una increíble explicación, el jefe del operativo policial, Claudio Stábile culpabilizó a los ballados débiles del estadio: "si el alambre de la cancha es malo, es difícil parar a la gente".

Asimismo, aclaró que "todos los focos de conflicto fueron cubiertos por el personal; el operativo policial fue el apropiado, siempre hay algún altercado. Estábamos en el lugar en el cual debíamos estar y creo que evacuamos a todos lo más rápido posible".

De acuerdo a sus declaraciones, se le pueden hacer varias objeciones a este efector de inseguridad:
1- En el campo de juego no se vio ningún miembro del cuerpo policial.
2- Si el operativo hubiera sido el apropiado, no existiría una víctima fatal, en Mataderos no se hubiese desarrollado una batalla campal, los hinchas no habrían hecho lo que quisieron en la cancha para luego continuar en las calles y, por último, no se habría suspendido el partido por cuestiones extra- futbolísticas.
3- Es cierto evacuaron lo más rápido posible, a los visitantes (ancianos, mujeres y niños) a base de palazos, en vez de tratar de dominar a los revoltosos de siempre.

Por si fuera poco, el comisario de la Zona 8, Carlos Maximili, en un intento de respaldar a su colega expresó que si la policía no hubiese intervenido "todo hubiera sido una batalla campal. Contuvimos a todos".

¿Hasta cuando va a continuar la violencia?; ¿Hasta cuando van a estar quienes dicen que la combaten pero, en realidad, la fomentan?; ¿Hasta cuando va a seguir Grondona en la AFA?

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