Del medio para atrás

Otra vez ganó la selección. El seleccionado de las dudas e insertezas. En el último amistoso de cara a la Copa América, el conjunto de Alfio Basile mostró pinceladas de juego lujoso pero también la vulnerabilidad de una defensa muy endeble.

Es cierto que este grupo disputó pocos partidos, sin embargo, no es muy distinto al que José Pekerman llevó al mundial de Alemania. En aquella oportunidad, el conjunto argentino dio cátedra de fútbol. De hecho, los tres mejores goles fueron nacionales.

No obstante, casi un año después, el panorama cambió por completo. Luego de los resultados adversos frente a Brasil y España y los empates con Suiza y Chile, el margen de error es cada vez más pequeño.

Existe un problema urgente a resolver: o los futbolistas no responden y hay que cambiarlos por otros que sean funcionales ó el sistema implementado por el Coco no es el adecuado.

Cualquiera sea la respuesta, el entrenador debe tomar una resolución. Por tradición y calidad de jugadores, Argentina no debería sufrir tanto en los encuentros, sin importar si son amistosos o por los puntos. La selección siempre está obligada a ganar y gustar.

El equipo venció pero pudo haber sido derrotado. El combinado argeliano puso en evidencia una vez más que, desde el medio para atrás, el seleccionado argentino no funciona. Lo alarmante es que lo hizo un conjunto de segunda línea.

En vista de las evidencias, ¿podemos continuar pensando que argentina está entre los mejores equipos del mundo?.

Se aproxima el inicio de la máxima competencia continental. Se acerca la hora en que Basile deberá demostrar que se rompió el Coco buscando la solución para un equipo que hace un año jugaba como los dioses y ahora como el demonio.